Prótesis de Rodilla y Cadera con sistema de precisión

1 – Prótesis de Rodilla y Cadera

2 – Sistema de navegación

3 – Técnica de Navegación de Rodilla

4 – Técnica de Navegación de Cadera

5 – Cirugía Mínimamente Invasiva para Ortopedia (MIOS)

 

1 – Prótesis de Rodilla y Cadera

 
La sustitución protésica de las articulaciones ha sido uno de los mayores avances logrados por la cirugía ortopédica en este siglo. El esfuerzo conjunto de ingenieros y cirujanos ortopedas ha posibilitado el desarrollo de los materiales y las técnicas para que ello sea posible. La sustitución protésica consiste en sustituir una articulación lesionada o artrósica por una articulación artificial denominada prótesis.

Una articulación es una estructura especial del cuerpo humano donde terminan dos o más huesos y cuyo engranaje permiten el movimiento. Por ejemplo, el hueso de la pierna llamado tibia y el del muslo denominado fémur se unen formando la rodilla, así mismo, el hueso de pelvis llamado acetábulo y el hueso del muslo denominado fémur se unen formando la cadera. La parte final del hueso de una articulación se halla cubierto de un material liso y reluciente que se llama cartílago. Este material amortigua las fuerzas que actúan sobre el hueso subyacente y permite que la articulación se mueva fácilmente y sin dolor. La articulación está incluida en una cápsula recubierta en su interior por un tejido liso llamado sinovial. La sinovial produce un lubricante —líquido sinovial— que reduce la fricción y el desgaste de la articulación. También existen unos ligamentos que estabilizan la articulación. Cruzando las articulaciones hay músculos y tendones que además de aumentar su estabilidad favorecen el movimiento.

La razón más frecuente para colocar una prótesis de cadera y rodilla es eliminar el dolor y la incapacidad causada por una gran destrucción articular. Las superficies de la articulación pueden estar dañadas por la artrosis, proceso que provoca el desgaste del cartílago articular. La articulación también puede estar dañada por la artritis reumatoide. En esta enfermedad, la membrana sinovial produce unas sustancias químicas que destruyen el cartílago articular.

Debido al dolor y la rigidez el paciente evita utilizar la articulación. Los músculos que la rodean se debilitan y esto contribuye a dificultar la movilidad de la misma. Cuando la destrucción articular es importante, la prótesis total de cadera o rodilla puede permitir al paciente volver a desempeñar sus actividades diarias.

Una vez hecho el diagnóstico se considerará la posibilidad de colocar una prótesis cuando el tratamiento médico-rehabilitador u otras alternativas quirúrgicas hayan fracasado al no conseguir eliminar el dolor y la incapacidad.

La técnica quirúrgica de colocación de una prótesis de cadera o rodilla es  una operación. Con el paciente bajo anestesia, el cirujano sustituye la articulación dañada por unos materiales artificiales. Los extremos óseos de los huesos afectados se sustituyen por unos componentes protésicos que se articulan entre sí. Una prótesis puede implantarse en otras articulaciones aunque las que se protetizan más a menudo son la rodilla y la cadera.

Los materiales utilizados en las prótesis totales están diseñados para permitir una movilidad similar a la de la articulación normal. Los componentes protésicos suelen estar compuestos por un elemento metálico que encaja exactamente en un plástico. Se utilizan diversos metales, acero inoxidable, cerámica delta, aleaciones de cobalto, cromo y titanio. El plástico es polietileno que es extremadamente duradero y resistente al desgaste. Para la fijación de los componentes al hueso suele utilizarse cemento, aunque también existen prótesis no cementadas, a las cuales se anclan directamente al hueso.

Período de recuperación tras una prótesis total

Es variable, dependiendo del paciente. Por regla general se le anima para que utilice la nueva articulación al día siguiente de la intervención. Puede colocarse de pie y caminar al segundo día postquirúrgico. El fisioterapeuta instruye al paciente en la rehabilitación de la articulación y el uso de muletas.

El mayor beneficio al colocarse un prótesis de cadera o rodilla es la desaparición del dolor. Algunos pacientes notan alguna molestia en la articulación operada tras la intervención. Estas molestias son debidas a la cirugía y a que los músculos que rodean la articulación están debilitados por la inactividad. Estas molestias pueden prolongarse durante algunas semanas o meses. La fuerza muscular suele recuperarse cuando el dolor desaparece. La movilidad de la articulación mejora. El grado de recuperación depende de lo rígida que estuviera la articulación antes de la intervención.

Existen riesgos como en cualquier procedimiento quirúrgico. El paciente debe comunicar al médico cualquier problema que pueda complicar la cirugía. Para determinar el riesgo quirúrgico con la máxima exactitud y prevenir posibles complicaciones se practica una analítica, una radiografía de tórax y un electrocardiograma. Estas pruebas son evaluadas al entrevistarse con el paciente. El anestesista informará sobre el tipo de anestesia y los riesgos anestésicos.

La mayoría de personas de edad pueden esperar que la prótesis no deba ser recambiada durante el resto de su vida. Les proporcionará años de bienestar sin dolor, cosa que de otro modo no podríamos conseguir. En personas jóvenes y activas es probable que se precise una reintervención para el recambio protésico. Los materiales y las técnicas quirúrgicas han mejorado rápidamente gracias al trabajo conjunto de cirujanos ortopédicos, ingenieros y otros científicos. El futuro es prometedor para aquellos pacientes operados de una prótesis total de cadera y rodilla.

 

3 – Técnica de Navegación de Rodilla

 

Mediante la utilización de tornillos bicorticales de 4,5 mm de largo según medida, se colocan los cuerpos rígidos con los emisores LEDS en el fémur distal y la tibia proximal, teniendo en cuenta que no interfieran en el instrumental de corte, y con la orientación requerida hacia la cámara infrarroja. Hay que fijarlos en forma bicortical y nunca modificar su orientación en el transcurso de la intervención.

 

Un emisor móvil (Pointer), manejado por el cirujano, marca los puntos anatómicos requeridos. En la pantalla del monitor aparece la información solicitada siguiendo el algoritmo predeterminado en el programa. Así, se marca el punto intercondíleo primero (coincidiendo con el que suele utilizarse para ubicar la guía endomedular femoral) y se continúa con la carga de los datos cinemáticos, que le permiten al programa determinar el eje mecánico. La rotación de cadera, que determina el centro de rotación de la articulación, única información que es enviada por un solo emisor LED, razón por la cual no puede modificarse la ubicación de la cámara; la movilidad de la rodilla en flexión-extensión y rotaciones y, por último, la movilidad del tobillo, que se toma agregando una banda elástica al dorso del pie.

 

Una vez introducidos estos datos, el sistema requiere la carga de los parámetros anatómicos. Comenzando por la tibia proximal (platillos medial y lateral, centro de las espinas tibiales), el fémur distal (parte más posterior de los cóndilos lateral y medial, cortical anterior, y epicóndilos medial y lateral) y, por último, la tibia distal (ambos maléolos y centro de la tibia distal).

 

Completada la toma de datos, en la pantalla se constata el eje y la movilidad en forma cinemática, lo que permite evaluar la concordancia de lo informado por el sistema con la medición preoperatoria y la clínica del paciente.

 

A continuación se realizan los cortes. Para ello se pueden utilizar guías que se fijan y luego, con perillas, se le da al corte la orientación exacta en los diferentes planos (varo/valgo, altura del corte, inclinación posterior del platillo tibial). Se realiza entonces el balance ligamentario evaluando la tensión de los compartimientos medial y lateral en extensión y flexión de 90º, con la ventaja sobre la técnica sin asistencia de navegación, que suele utilizar espaciadores luego de los cortes femorales, dándonos la posibilidad de hacerlo antes de ello y tener así una opción más para el correcto equilibrio de los gaps de extensión y flexión. Además, en forma virtual, el cirujano puede variar los tamaños del componente femoral y del inserto tibial, evaluando el efecto de una altura mayor del inserto, por ejemplo, o de un tamaño mayor o menor del componente femoral, como también su rotación, sobre la estabilidad, el tracking patelar, la movilidad, el eje, el balance ligamentario, etc.

 

Sobre la base de los datos del planeamiento virtual se procede a practicar el corte femoral distal en forma similar a la tibia. Los cortes posterior, anterior y chanfles se realizan con una plantilla similar a la técnica sin asistencia de navegación y no se controlan con el software.

 

Colocados los implantes de prueba, en la pantalla se constata el eje, la extensión, la flexión y la estabilidad en forma dinámica, lo que permite controlar todas estas variables y efectuar eventuales correcciones.

 

Para finalizar, se procede a cementar en la forma habitual, teniendo la posibilidad de un último control con el implante definitivo.

 

Se graban los datos que quedan en el archivo con la posibilidad de consultar y evaluar cuando se lo desea.

 

4 – Técnica de Navegación de Cadera

 

 

5 – Cirugía Mínimamente Invasiva para Ortopedia (MIOS)

 

Preservación de partes blandas.
La artroplastia de la cadera se relaciona cada vez con más frecuencia con las técnicas mínimamente invasivas o menos lesivas, para abordar la articulación de la cadera. Estas técnicas permiten al paciente una regeneración más rápida y por lo tanto una rehabilitación más rápida, menos dolorosa, con menor pérdida de sangre, con menor tasa de complicaciones en la cicatrización de la herida y un mejor resultado estético. En estas cirugías optimizadas de la articulación de la cadera se realiza una preservación del tejido blando y muscular con retractores especialmente diseñados por sus formas específicas y su gran variedad, a tal fin.

La tecnología de la navegación indica la buena posición del implante y complementa el procedimiento completo intraoperatorio a través de la pequeña incisión en la piel.

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